El problema
Hace unos años, cuando estudiaba el primer año del grado de educación primaria en la Universidad, asistí con mis compañeros a las primeras clases de la primera asignatura de inglés de las pocas que tendríamos durante la carrera. Yo iba bastante preocupado porque mi nivel de inglés era lamentable y tenía casi veinte años más que la mayoría de mis compañeros. Pensaba que se iban a reír de mí. Estaba convencido de que mis compañeros se desenvolverían mucho mejor que yo. Pero, y es muy triste decir esto, el nivel de mis compañeros de carrera no era superior al mío. Allí nadie era capaz de decir cuatro palabras seguidas en inglés.
¿Y nosotros íbamos a ser los futuros profesores de una nueva generación de criaturitas? Qué miedo.
Siempre me he preguntado qué pasa en la escuela, cómo es posible que nos tiremos tantísimos años de educación obligatoria y no aprendamos inglés. Y la cosa no había avanzado desde que yo hiciera la E.G.B. Mis compañeros eran la prueba viviente de que los siguientes planes no habían mejorado mucho este tema.
Pasó el tiempo y acabando el tercer curso empezamos a hacer prácticas en los colegios. Las primeras prácticas las hice en un colegio bilingüe (catalán y castellano) con una encantadora clase de primero de primaria. Sólo estuve tres meses en el centro pero pude asistir a algo que me pareció fabuloso. Niños que no hablaban ni una palabra de catalán ni de castellano cuando yo llegué al centro (niños marroquies, búlgaros y chinos) hablaban y escribían ambos idiomas tres meses después cuando acabé mi periodo de prácticas.
¿Cómo puede ser que la escuela sea tan brutalmente efectiva para enseñar dos idiomas a niños que vienen de fuera, de enseñarles a hablar y a escribir dos idiomas completamente ajenos a ellos en tres meses, y no sea capaz de enseñar inglés en los más de doce años que se pasan ahora nuestros hijos en diferentes centros escolares? (Con el agravante de que ahora ya se da inglés desde infantil).
Aquí encontrarás la respuesta y la forma de garantizar que tus hijos aprendan inglés sin tantísimo esfuerzo.