Ana María Javouhey nos legó su espiritualidad y pensamientos en sus más de mil cartas. Extraemos de ellas una palabra para cada día q nos ayudará a dar sentido desde la esperanza, la confianza y la alegría. Nacida en la Borgoña francesa, su obra se extendió y se extiende en la actualidad por los cinco continentes ayudando en toda situación y contexto donde haya un bien q hacer o exista una necesidad. Ayudar a cada hombre a descubrir su propia dignidad q nos ha sido dada por ser hijos de Dios. La liberación de cualquier esclavitud está enraizado en nuestros corazones.
Este año toda la Congregación de San José de Cluny nos unimos en la oración pidiendo por su canonización.