Sin duda, las emociones juegan un papel vital en nuestro día a día y a largo plazo. Resulta patente que muchas personas con un alto coeficiente intelectual (CI), pero con escasa inteligencia emocional, alcanzan menores éxitos que otras de modesto CI pero que han sabido educar bien sus sentimientos. Parece claro que un elevado CI no constituye, por sí solo, una garantía de triunfos profesionales, y mucho menos de una vida acertada y feliz.
"Las personas que gozan de una buena educación de los sentimientos suelen sentirse más satisfechas, son más eficaces, y hacen rendir mucho mejor su talento natural".
Alfonso Aguiló Pastrana fue durante once años director del Colegio Tajamar y desde 2015 es presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), que agrupa a un tercio de la enseñanza privada y concertada del país. También es presidente de la Fundación Arenales y de otras entidades educativas que han promovido diversos centros de enseñanza en España y en otros países. Ha publicado once libros traducidos a diversos idiomas, así como más de trescientos artículos. Es ingeniero de caminos, canales y puertos y PADE del IESE.