El mejor marido

Ally Blake

Apr. 2017 · Verkoop deur Harlequin, una división de HarperCollins Ibérica

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¡Ella tendría que prepararlo para el matrimonio!

La abogada Romy Bridgeport estaba acostumbrada a las exigencias de sus clientes, pero el millonario Sebastian Fox era un caso aparte. Lo único que deseaba aquel hombre era un matrimonio feliz e hijos... y por eso le había pedido a Romy que lo convirtiera en el marido perfecto. ¿Acaso para tal tarea era necesario tener conocimientos legales? No, pero como se trataba de un cliente importante, Romy tuvo que aceptar el trabajo. El problema era que le resultaba imposible pensar en una esposa para él... que no fuera ella misma.

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Ally es una romántica incurable. No tenía elección. Lo llevaba en la sangre, porque nació en una familia de mujeres que leían novelas románticas. Recuerda los sacos de libros en las reuniones familiares que pasaban de su madre, a sus primas, a su tía, incluso a su abuela. También recuerda que se metía por debajo de la cama en la casa de su abuela para encontrar un tesoro oculto de libros de Harlequin. Su primer trabajo real después de graduarse en Bellas Artes fue de animadora profesional. Durante tres años bailó para la liga final de fútbol de rugby, para el equipo de baloncesto y para un programa de televisión semanal. Después de bailar comenzó a actuar. Incluso escribió numerosos guiones para llegar a ser una rica y famosa actriz galardonada por la Academia. Y de esta forma conoció a su marido. Él trabajaba para una televisión local y era un recién llegado lleno de energía que cautivó el corazón de Ally. Ally se casó con su marido Mark en Las Vegas ¡y fue todo un acontecimiento! Sus familias y un par de amigos asistieron a la celebración. Después de la maravillosa ceremonia viajaron por todo lo ancho y largo de los Estados Unidos. Pero al final de sus felices viajes empezó a escribir. Respiró profundo, abrió sus archivos y comenzó a escribir el "Capítulo Uno" en lugar de la "Escena Uno". Cuando era jovencita, su familia la llevó al otorrino pensando que estaba algo sorda. El doctor la diagnosticó que su oído estaba perfecto, lo que ocurría es que buena parte del tiempo desconectaba pensando que había hadas. Ahora de mayor consigue sentarse delante del portátil con un título y un par de protagonistas muy guapos en su mente y espera a que sus hadas tomen vuelo.