“La columna rota es un símbolo de un esfuerzo que aguarda otro mañana para volver a bregar”, palabras de José Vasconcelos, que anticipaban su ardua lucha por cumplir el mejor de sus empeños: construir la Biblioteca Pública de la Nación; sinuoso proyecto que se iría complicando y, a la vez, cargando de futuro, pues “Cuando el propósito no se cumple, la fuerza, si perdura, conserva un potencial que la hará volver una y más veces a intentar la acción; así cada derrota hace más larga la lucha tenaz. Otros intentarán lo que no logramos y nuestro querer revivirá”.Y esa voluntad de construir hizo de la Biblioteca de México un logro apenas, de una obra viva cuya excepcional historia continuará, ahora en Buenavista, con un nuevo recinto de encuentro y divulgación. Gracias a la informática y las telecomunicaciones, “estas instalaciones serán el corazón electrónico de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas”, que, a la altura de su tiempo, promoverá “nuevas prácticas de lectura, formación de lectores y acciones de difusión cultural”.