Continúo la ruta, para plasmar, justo a tiempo, las irresistibles historias de este, mi magistral Universo. Aquéllas que fueron bonitas, las gratuitas y de las otras, las que en forma inevitable, marcaron las "HUELLAS" de muchos soles y estrellas. Y un rumbo con alas, que aún rotas, por placer se despliegan.
Para los amores más grandes de mi vida: mis padres Leticia y Óscar, mis hermanas Mirta y Delia, y mis mascotas amadas Nahuel y Ayûn.
Y para mis queridos maestros y guías, Don Aníbal Ferrer y Don Emilio Pérez Delgado.