María Ruiz de la Peña, ovetense, pasó sus primeros veinte años en Madrid, donde su padre era concertino de viola de la Orquesta Sinfónica de RTVE.
Vivió una infancia y una adolescencia rodeada de arte, volcándose en lo que fue su primera pasión y hoy considera vocación frustrada, el ballet clásico, que estudió a lo largo de quince años, simultaneándolo con clases de violín y solfeo.
Es licenciada en Historia y diplomada en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo. Durante veintidós años trabajo como documentalista en la redacción de un periódico donde empieza a tomar un contacto directo con la escritura, pasando luego a ser propietaria de una librería infantil donde impartía talleres de lectura y redacción a niños.
El autismo de su hija mayor, unida a su dependencia, le obligó a volcarse en su cuidado, por lo que ahora, compagina esta labor con su papel como escritora.
Desde hace unos años ha volcado toda su pasión creativa en la escritura que utiliza, como ella misma dice, a modo de catarsis, de vía de escape, de terapia, en muchas ocasiones. “Escribir me salva de la locura”.
En diciembre de 2015 publicó su primer libro de poemas, titulado “Las horas perdidas”. En junio de 2016 colaboró con un relato en “Mensajes en una botella” y en octubre vio la luz su segundo poemario, “Memoria de unas lágrimas”.
Tiene una gran actividad en la red a través de sus dos blogs, uno sobre autismo: mihijaesautistaquemir
y otro estrictamente literario: lamisteriosasomrisa