¿Has escuchado la frase “No es grande aquel que nunca falla sino quien nunca se da por vencido”? Uno de ellos es Mario Reynoso, que en estas páginas no te cuenta sólo cómo se convirtió en ultramaratonista, sino que te entrega su alma, su pasión por superar el dolor, el cansancio, los errores. Su historia es el reflejo fiel de que la felicidad es el camino, no la meta.