Documento del año 2016 en eltema Romanística - Estudios españoles, , Idioma: Español, Resumen: Cabe recordarlo, como ya lo tenemos señalado más de una vez, el adjetivo funcional o sintáctico, también denominado adjetivo impropio, adjetivo provisional u ocasional por los funcionalistas, constituye la segunda gran familia de los adjetivos, en global. Mejor, es ante todo fruto o resultado de esa teoría coetánea de la Transposición, inaugurada, como lo vimos, en el siglo XX por Charles Bally y elevada a su máxima perfección por el eximio lingüista Lucien Tesnière, y hoy continuada, innovada, ensanchada y cristalizada en el mundo hispánico por Alarcos Llorach y Salvador Gutiérrez (esencialmente, y Alonso Megido, etc.) en nombre de la Degradación, de la Trascategorización. En la opinión de Tesnière, “La traslación consiste, pues, en transferir una palabra llena de una ‘categoría ‘ gramatical a otra categoría gramatical, es decir, en transformar un tipo de palabra en otro tipo de palabra”. Así que este mecanismo permite transformar categorías léxicas a otras diferentes, facultándolas cumplir funciones que no les eran posibles anteriormente. En estas condiciones, según el mismo autor, en el sintagma nominal/le livre de Pierre/, /Pierre/, siendo sustantivo, pasa a ser adjetivo sintáctico por la gracia de la preposición transpositora /de/ (adjetivador), hasta ser adyacente como /rouge/ en /le livre rouge/ (Ibídem). Es que ha habido la adjetivación. Comprendemos entonces que el adjetivo funcional es sobre todo y esencialmente el resultado, la consecuencia directa de la adjetivación, nocion que conviene definir primero, porque no siempre suena igual en los íodos de los lingüistas.