Con un poder militar aún vivo, logró el enjuiciamiento a las cúpulas de la dictadura. Un caso paradigmático en el mundo, que le costó tres levantamientos castrenses en su contra. Zanini describe todas las adversidades contra las que tuvo que luchar Alfonsín durante los seis años de su presidencia, en especial el aspecto económico, que terminó minando su poder. Desde el llano desde 1989, sin un peso ajeno en el bolsillo, Alfonsín siguió siendo un constructor de la política argentina y tanto la reforma constitucional de 1994 como la creación y triunfo de la Alianza con Fernando de la Rúa llevan su sello. En el incendio del 2001, Raúl Alfonsín hizo su último aporte político de importancia. Después de sostener al Gobierno de la Alianza hasta el último minuto, acompañó la gestión del presidente provisional Eduardo Duhalde, como un militante dispuesto a defender la democracia a cualquier costo. Raúl Alfonsín fue el presidente que nos devolvió la vigencia del único sistema bajo el cual es posible convivir.