Este cambio de fondo va acompañado de una serie de mutaciones en la forma. Esto no implica solo un cambio en sus objetivos, sino también en su organización y en los métodos para alcanzarlos. Tendencias externas, tanto como las presiones internas que hoy viven las empresas, son elementos claves que comienzan a delinear un nuevo modelo que esté a la altura del mercado. Empieza a ser necesario adoptar nuevas estrategias, culturas laborales y metodologías de trabajo, así como sofisticar propuestas de valor para las nuevas generaciones de consumidores, inversionistas y empleados. Este paradigma empresarial no es una moda para adoptar, sino un asunto de supervivencia. Cuando los negocios dejan de ser una cuestión privada y pasan a ser de carácter público, nos vemos forzados a evolucionar.
«Darwin nos enseñó que solo aquellas especies que se adaptan al cambio pueden sobrevivir... lo mismo aplica para las empresas». (Mauricio Russo cofundador y CEO de Casa&Ideas)
«El enfoque de Tomás Sánchez es clara y sólidamente un enfoque siglo XXI. Nos dice: solo si colaboramos en forma eficiente y nos apropiamos de nuestro quehacer en forma positiva, saldremos adelante como sociedad y como especie». (Sebastián Edwards, Doctor en Economía, Profesor UCLA)