Pombo y su combo: 20 poemas de Rafael Pombo, ilustrados por Rocío Parra
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Como lectores tenemos la excusa perfecta para recordar al poeta de la patria que en 2012 cumple cien años de fallecido. Las ilustraciones que Rocío Parra ha creado especialmente para esta edición pretenden teñir de sombras ese mundo que ha sido decorado con tonos pasteles reiterativamente, como sucede con la literatura infantil. También quiere indagar sobre la supuesta inocencia que los sustenta. Habrá que ver qué sucede cuando los recuerdos se sacan del lugar común.
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About the author
Nació en Bogotá en 1833 y creció en una familia de la aristocracia criolla, acomodada y tradicional. Su formación académica se basó en la lectura y el estudio de las lenguas. De ahí que desde muy joven se interesara por escribir, publicar y traducir todo tipo de textos. Recibió el grado de humanidades y posteriormente el de matemáticas e ingeniería. Sus estudios iban acorde con lo que sería una realidad para el siglo XIX: el rol del poeta perdería estatus por sí mismo, en una sociedad que empezaba a profesionalizar sus oficios. Hizo parte del ejército legitimista que se levantaba en contra del general Melo, alcanzando el nombramiento de coronel, aunque nunca abandonó su interés por la cultura y la escritura. En 1852 fundó 'La Siesta', una productora cultural con lineamientos románticos, en compañía del reconocido escritor colombiano José María Vergara y Vergara.
Es común que la obra de Pombo se asocie al movimiento literario romántico del que era un asiduo lector. De hecho las enciclopedias lo definen como el poeta colombiano romántico por excelencia, influenciado por las obras de Zorrilla, Victor Hugo y Byron. Pero el estilo del poeta, cultivado a lo largo de toda su vida, no se debe clasificar unívocamente. La primera etapa de su proyecto escriturario estuvo directamente ligada con su juventud en Bogotá de la que surgieron los poemas publicados póstumamente como Exabruptos literarios, que se caracterizan por un tono sentimental y una intención por retratar la cultura local de manera patriótica. En una segunda etapa, asociada con su traslado a Nueva York para ocupar un cargo político, en la que su escritura se tornó escéptica y descreída, develando a un poeta angustiado. La hora de las tinieblas y el Diario de un poeta en Nueva York, dos de sus más extensos trabajos, anticipan muchos de los rasgos característicos de los movimientos modernistas latinoamericanos. Estos contrastan radicalmente con los dos volúmenes de cuentos infantiles, Cuentos pintados y Cuentos Morales para niños formales, escritos también en Estados unidos y que siguen el tono propio del romanticismo anglosajón.
En una tercera etapa, a su regreso a Bogotá, asumió cargos relacionados con la cultura y la política, mientras fue reconocido por la elite como una reconocida figura pública. En 1905 fue nombrado como el mejor poeta nacional, llegando al auge de su carrera intelectual. Ese año su frágil salud lo hizo recluirse en su casa, donde tuvieron lugar particulares tertulias y visitas de los intelectuales bogotanos. En 1912 murió en su lecho, dejando cuatro volúmenes, sus obras completas, entre las que figuran ensayos de crítica literaria, cuentos, y casi mil cuatrocientos poemas, publicados póstumamente. Sin duda es un referente clave en la literatura colombiana, sobre todo por sus populares personajes infantiles con los que crecieron varias generaciones. No en vano el gobierno nacional declaró el 2012 como el año de Rafael Pombo, para rendirle homenaje a su vida y obra.
