“No sé por qué, pero tengo que contarles esta historia. No sé si sea buena o mala. De hecho, a veces pienso que podría ser cualquiera de las dos, pero prefiero no juzgarla, pues es mi historia, es mi vida.” Esta es la frase con la que comienza la novela, y sólo es la descripción de la confusión con la que se encuentra quién tiene nuevos retos, un nuevo lugar para vivir y gente con la que se debe relacionar. Mandar, liderar, colaborar, someterse, ¿cuál es la delgada línea que los divide?
Un gerente a quien se le olvidó saber cómo llegó a dónde llegó tiene que convivir con un equipo poco convencional para cumplir sus objetivos profesionales, que se vuelven sus únicos objetivos cuando los de su vida colapsan. Ante los retos del día a día y los lastres emocionales, debe hacer frente al huésped que llega a su hotel y que pondrá a prueba todas sus capacidades y la de su equipo.
Escritor, ingeniero y humanista. Además de su novela Ingenuidad, escribe en Zorro por el Mundo.