Hasta que amanecieran los deseos, hasta que despertaran los suenos. No desvanezcan mis dulces suenos, tras mis nitidos versos. Desisti por un instante de mis suenos, frente al miedo incansable de perderlos. Y AL BATIR DOS ALMAS AL UNISONO DEL HORIZONTE. Deshilachado en mi pecho, tu viejo lienzo dibujado. Volveran los suenos rotos, como un alma que despierta y anochece en su eternidad. Recreame en tu alma perdida, como un eco de mi voz dormida."