Si fuéramos sociales por necesidad, deberíamos subordinarnos a los fines de la ciudad, o del Estado. ¿Debemos entregar entonces nuestra libertad, a cambio de un proyecto común más importante? Algunos defienden que ese modo de organizarse se ajusta a la vida buena, nos hace mejores, y nos permite entender lo que somos. Si es realmente así, ¿qué responsabilidades genera? ¿Ante quiénes? Desde la creencia, ¿es la vida en común un símbolo de la condición del ser humano como imagen de Dios?
Este libro estudia cinco propuestas (Hobbes, Rousseau, Platón y Aristóteles, y la que propone el cristianismo), sin orden cronológico ni intención académica. Los autores citados sirven de pretexto para compartir ideas y activar el pensamiento crítico del lector en torno a la vida social occidental en el siglo XXI.