En un juego de cartas de final de baloncesto, los jugadores deben predecir los dos últimos dígitos del marcador final, que forman la combinación ganadora. El primer dígito representa el último dígito del marcador del equipo ganador y el segundo, el último dígito del equipo perdedor. Los jugadores eligen una combinación de dos dígitos, y si los últimos dígitos del marcador final coinciden con la combinación elegida en el orden correcto, ganan.