Se ha dicho que la iglesia no es para personas que piensan que son justas, es para personas que saben que no lo son. Tan verdadero. Eso somos nosotros. No somos mejores que usted, y no tenemos ningún deseo de ser farisaicos o críticos.
Compartimos una visión. Somos creyentes en Jesucristo que adoramos a Dios con gozo, sinceridad y expectativa dentro de una comunidad cariñosa y afectuosa que se involucra misericordiosamente en un mundo perdido y herido.
También compartimos una misión. Vivimos para amar a Dios supremamente, amarnos unos a otros auténticamente y servir al mundo con compasión. Confesamos de buena gana que esta misión sólo puede ser cumplida por la gracia de Dios, por el poder del Espíritu Santo, y para la gloria de Dios y el bien de los demás.
Nos aferramos a la Confesión Bautista de Fe de 1689.