Esta aplicaciÃŗn de Algo del Evangelio pretende ser una herramienta para difundir a todos de modo sencillo y accesible la Palabra de Dios que la Iglesia nos regala con el evangelio de cada dÃa.
En estos pocos aÃąos de sacerdocio me he convencido por la experiencia de cada dÃa, de que la Palabra de Dios tiene una fuerza transformadora capaz de convertir los corazones de los que la escuchan con humildad y disponibilidad. Solo el que escucha puede creer en JesÃēs y solo cree en JesÃēs aquel que escucha. Asà lo dice la misma Palabra: âPero, Âŋcomo invocarlo sin creer en Êl? ÂŋY cÃŗmo creer, sin haber oÃdo hablar de Êl? ÂŋY cÃŗmo oÃr hablar de Êl, si nadie lo predica? ÂŋY quiÊnes predicarÃĄn, si no se los envÃa?â (Rm. 10, 14-15) Es verdad de que âla Palabra de Dios es viva y eficaz, y mÃĄs cortante que cualquier espada de doble filo: ella penetra hasta la raÃz del alma y del espÃritu, de las articulaciones y de la mÊdula, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazÃŗnâ (Hb. 4, 12)
Le pido a Dios Padre y a Jesucristo, nuestro SeÃąor y Salvador, que a travÊs del EspÃritu Santo y de este medio, su palabra continÃēe ayudando a muchas personas a encontrarse con Ãl dÃa a dÃa, o mejor dicho, a dejarse encontrar por Ãl.
Soy Rodrigo Aguilar, sacerdote diocesano de la DiÃŗcesis de San Miguel en la Argentina. DiÃŗcesis ubicada en el gran Buenos Aires. Actualmente estoy ejerciendo mi ministerio como PÃĄrroco en la Parroquia Nuestra SeÃąora de AmÊrica en la localidad de JosÊ C. Paz.
Gracias a Dios, son varias personas las que me ayudan en este proyecto que ha ido creciendo lentamente. Sin ellos no hubiese podido seguir adelante, sin ellos la Palabra de Dios no podrÃa extenderse tanto. Por eso quiero agradecerles el trabajo diario que realizan para mantener actualizadas las redes sociales, la pÃĄgina, el envÃo y transcripciÃŗn de los audios, las suscripciones, los diseÃąos.
Gracias a: Laura Gomez, Brandon Orieta, Valeria Ziegler, Erika Escutia Garcia, Vanina Sousa, Naira Rodriguez e Ignacio de la Torre
Que Dios te bendiga y nunca dejes de escuchar a Dios
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