Para mantener la potencia de las vacunas durante todo el proceso de entrega, deben almacenarse dentro de los rangos de temperatura requeridos. Sin embargo, el 75% de las vacunas están expuestas a temperaturas nocivas cuando pasan por la cadena de suministro, lo que aumenta la probabilidad de que sean ineficaces en el momento de su entrega. Nuestro objetivo es fortalecer la cadena de suministro de vacunas identificando los puntos más débiles y permitiendo la personalización de rutas mejoradas para una distribución más eficiente y equitativa de las vacunas, reduciendo en última instancia a cero las tasas de exposición a temperaturas nocivas.