Lo creas o no, ¡en realidad existen más de 100 variedades de pepinos! Es probable que solo encuentre una pequeña fracción de ellos en el supermercado o en el mercado de agricultores, pero vale la pena señalar que, en términos generales, hay dos categorías principales: rebanar y encurtir. Como se puede adivinar por los nombres, los pepinos rebanados se comen mejor frescos, mientras que los pepinos encurtidos suelen tener una piel más gruesa y un menor contenido de agua, lo que los hace más adecuados para convertirlos en encurtidos. Cortar pepinos en rodajas es la mejor ensalada de pepino.
Para esta receta recomendamos utilizar una variedad sin semillas, como los pepinos ingleses. Los pepinos ingleses son esos largos y delgados que normalmente se ven envueltos en plástico en el supermercado; no sólo tienen semillas pequeñas, casi imperceptibles, sino que su piel es fina, suave y dulce, lo que elimina la necesidad de pelarlas. Los pepinos persas también son una buena opción en este caso: son mucho más cortos que los pepinos ingleses, pero por lo demás comparten muchos de los mismos rasgos. El tipo de pepino más común es el pepino de jardín, que es el que encontrará estándar en la mayoría de las tiendas. Si opta por usarlos para esta receta, primero deberá pelarles la piel amarga y sacarles las semillas.
En cuanto a cómo hacer ensalada de pepino, no podría ser más sencillo. Si tienes uno, simplemente corta los pepinos con una mandolina, mézclalos con un poco de azúcar y sal, luego agrega el vinagre y la cebolla. Unos minutos adicionales de marinado suavizan el sabor de las cebollas y ayudan a que los condimentos picantes impregnen cada bocado del pepino.
Combine esta ensalada con salchichas a la parrilla o chuletas de cerdo en verano, o sirva como contraste fresco con pollo asado o salmón escalfado en los meses más fríos. Siéntase libre de preparar esto con un día de anticipación y guardarlo en el refrigerador; la ensalada solo se volverá más picante y deliciosa a medida que repose.