Trastorno Bipolar

El trastorno bipolar es una condición de salud mental grave de carácter crónico, que se caracteriza por la presencia cambios de humor pronunciados.

La condición médica se conocía anteriormente como depresión maníaca, y se estima que en torno a un 3% de la población mundial mayor de 18 años puede verse afectada en algún momento del ciclo vital.

Las causas del trastorno bipolar son diversas y no del todo conocidas, aunque se estima que la predisposición a la bipolaridad se hereda en gran medida a través de la genética, y puede desencadenarse a lo largo de la vida por factores como el estrés, el embarazo y el uso de drogas ilícitas.

El tratamiento típico para el Trastorno Bipolar incluye medicamentos recetados por un psiquiatra, terapias psicológicas, asesoramiento y educación para familiares y amigos.

Aunque no existe una cura para la afección, con el debido tratamiento puede llegar a controlarse y las personas afectadas generalmente pueden trabajar, tener familias y participar en todos los aspectos de la vida comunitaria.

Diagnosticar el Trastorno Bipolar no es tarea fácil, ya que puede confundirse o presentarse conjuntamente con otras afecciones psicológicas de diferente curso y gravedad, lo que hace imprescindible acudir a un profesional de la salud mental para obtener un diagnóstico fiable y fuera de toda duda.

La Escala TABS de Bipolaridad

La Escala Triaxial del espectro bipolar (TABS) fue desarrollada por el Dr. Greg Mulhauser como instrumento de ayuda a la toma de conciencia de las experiencias que podrían ser indicativas de trastorno bipolar en personas mayores de 18 años.

Difiere de otros instrumentos de detección bipolar que pueden encontrarse en Internet por verificar explícitamente los factores excluyentes de un posible diagnóstico, por lo tanto, sus resultados pueden diferir radicalmente de los que ofrecen otras pruebas en línea más antiguas.

En Psicopedia hemos adaptado la Escala TABS con la intención de aportar una herramienta para uso exclusivamente personal y formativo, que en ningún caso puede sustituir la valoración realizada por un profesional cualificado en un contexto clínico apropiado.

Es importante aclarar que los resultados de esta prueba no se han comparado con otras herramientas estructuradas (como el SCID, por ejemplo) para la evaluación de la validez en términos de sensibilidad y especificidad.

Por lo tanto, este instrumento no debe usarse para hacer un diagnóstico, sino únicamente como una herramienta orientada al reconocimiento de experiencias personales que podrían sugerir un trastorno del espectro bipolar.