La inspiración es impredecible. Estás dándole vueltas a un problema y, de repente, sucede algo inesperado que te ayuda a encontrar una solución. Primero tienes que estar preparado y receptivo, y después debes actuar a partir de esa inspiración. Aun así, jamás en la vida habría imaginado que a una gran parte de la humanidad le llamaría la atención el cubo, jugaría con él y se inspiraría en su naturaleza mágica.