Cindy la Vampira

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Habíamos coincidido en una sala de chat lésbico hacía unos tres meses antes. Nos habíamos presentado la una a la otra de la manera habitual. Habíamos intercambiado nombres, y luego fotos. Habíamos tenido sexo cibernético salvaje y habíamos compartido fantasías sexuales.

 

Ya con la confianza que da haber llegado a tener sexo, aunque fuera cibersexo, empezamos a hablar un poco de nuestra situación personal. Ella era una madre felizmente casada con dos adorables niños y su esposo era un tipo bastante agradable, aunque bastante aburrido en la cama, para lo que se esperaba de un marido…