Hay que aprender a ver para poder escuchar. Un grupo de amigos de una escuela pública especial para sordos viven su último año de enseñanza básica y se preparan para afrontar su mayor temor: continuar su educación en escuelas de oyentes, revelando el miedo, la dificultad, la injusticia, y la angustia de las madres y las profesoras, que intentan con todas sus herramientas preparar el terreno para que el encuentro con las instituciones de los oyentes no se vuelva traumática.