En el pequeño pueblo de los irreductibles galos no sólo se persigue a los romanos y los jabalíes. También se persigue al amor. Alafólix, joven guerrero intrépido y romántico está enamorado de la sublime princesa griega Irina. No retrocediendo ante ninguna locura, Alafólix ha osado desafiar a Brutus, el cruelísimo hijo de César quien también compite por el favor de la Princesa Irina.