La Mejor Película de 1945 no fue otra que esta inolvidable y cruda mirada de los efectos devastadores del alcoholismo. Irónicamente, esta brillante película de Billy Wilder casi no se estrenó gracias a la pobre reacción de los pases previos, con un público no acostumbrado a tanto realismo por parte de Hollywood, pero el tiempo la ha convertido en uno de los más grandes dramas de toda la historia del cine. El retrato que hace Ray Milland de la insatisfacción de un escritor frustrado con su vida, que le conduce a la autodestrucción, es portentoso. Una inolvidable mirada al lado más tormentoso de la vida. (Título original - The Lost Weekend)