Cada invierno, cuando la temporada acababa, Ferran Adrià, considerado el mejor, más innovador y atípico chef del mundo, se encerraba con sus colaboradores más cercanos, en su cocina-laboratorio de Barcelona. Allí trabajaban para crear el original y siempre sorprendente menú de la nueva temporada. El documental muestra por primera vez el laborioso proceso de creación de los platos de El Bulli, el restaurante más influyente del mundo.