Entre el dinero y la lealtad hay una línea tenue. Thomas Skepphult dirige una compañía de inversiones, y es arrestado por el asesinato de su socio cuando se encuentra su huella digital en el arma que lo mató. Cuando intenta llamar a su abogado, alguien contesta el teléfono, y es una persona que pensaba él haberse suicidado años atrás.