Los pingüinos Emperadores nacen para cantar, excepto el joven Mumble, quien nació para bailar... tap. Ese tipo de comportamiento hace que Mumble sea expulsado de la Tierra del Emperador al gélido mundo. Junto con sus amigos Adelie y un pingüino sabelotodo de nombre Amoroso, Mumble emprende un viaje épico y prueba al final que ¡ser honesto con uno mismo puede hacer toda la diferencia!