Principios del siglo XVIII en Inglaterra. La delicada Reina Ana (Olivia Colman) ocupa el trono y su amiga íntima Lady Sarah (Rachel Weisz) gobierna el país en su lugar mientras se ocupa de la salud de Ana. Cuando llega la nueva sirvienta Abigail (Emma Stone), Sarah la convierte en su protegida. Abigail ve la oportunidad de regresar a sus raíces aristocráticas.