Primo Carnera creció en la pobreza y se convirtió en una leyenda viva al ganar el título mundial de boxeo contra Jack Sharkey en 1933. A lo largo de su vida, Carrera siempre superó las dificultades con dignidad y humildad, sin dejar de lado a su mujer e hijos, a los que enseñó que rendirse no es una opción.