Clara llega a Nueva York con sus dos hijos. El viaje, que disfraza como una aventura a los ojos de los niños, se revela como una huida de un marido y padre abusivo, además de policía. Pero pronto conoce a Alice le enseña que incluso en las grandes ciudades la amabilidad de los extraños puede ayudar a encontrar una oportunidad de una nueva vida y, a veces, una historia de amor.