Ève y Henri forman un matrimonio aparentemente feliz, con un hijo en común. La pareja lleva una vida privilegiada en el seno de un pequeño círculo francés afincado en la capital austríaca. Ellos son "la crème de la crème". Sin embargo, esta imagen perfecta se desmorona cuando ella sospecha que su marido la puede estar engañando. Es entonces cuando trata de vengarse y esto los llevará a todos a una espiral irreversible.