Flora y VÃctor son los padres perfectos: modernos, divertidos y cariÃąosos. En definitiva, los padres que todo niÃąo querrÃa tener. Sin embargo, todo se tuerce el dÃa que deciden divorciarse y aparece la oportunidad laboral con la que llevan soÃąando toda la vida. Solo hay un problema: la custodia. Ninguno estÃĄ dispuesto a ceder. Asà que, por orden de la jueza, los niÃąos tendrÃĄn que decidir con quiÊn se quedan: con mamÃĄ, o con papÃĄ. A partir de este momento, los excÃŗnyuges modÊlicos se declaran la guerra y no habrÃĄ tregua. Ambos harÃĄn todo lo posible por no obtener la custodia de sus hijos