Miley Cyrus es Molly, una joven detective privada que trabaja para cubrir las deudas de su padre (Mike O´Malley). Sus habilidades para fotografiar esposos infieles llama la atención del agente Armon del FBI (Jeremy Piven), quien decide contratarla para ir de incógnito a una hermandad universitaria y proteger a la hija de un testigo que testificará contra unos importantes mafiosos. Para poder pasar desapercibida Molly tendrá que someterse a un cambio de imagen radical, dejando atrás su imagen vulgar y desaliñada para convertirse en una chica sofisticada.