«Hay una bomba en Centennial Park. Tenéis 30 minutos». El mundo conoció a Richard Jewell como el guardia de seguridad que encontró el dispositivo de los atentados de Atlanta en 1996, convirtiéndose en un héroe que había salvado la vida de innumerables personas con su rápida actuación. Sin embargo, en cuestión de días el aspirante a policía se convierte en el sospechoso número uno del FBI y en objeto de escarnio de la prensa y la opinión pública, lo que le arruina la vida. Jewell recurre al abogado independiente y antisistema Watson Bryant para demostrar su inocencia, quien se ve desbordado al tener que enfrentarse al mismo tiempo al FBI, el GBI y el Departamento de Policía de Atlanta para limpiar el nombre de su cliente mientras intenta que Richard deje de confiar en los mismos que intentan destruirlo.