Un ladrón en la alcoba
1932 • 82 minutos
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Acerca de esta película
Gaston es un ladrón de guante blanco que decide hacerse pasar por un barón para conseguir robar a una bella condesa. Lo que el timador no imagina es que la damisela en cuestión es en realidad una carterista que adopta una falsa identidad con el mismo objetivo que él.
Comedia romántica producida en 1932 que escapa del humor fácil y destaca por su virtuosa capacidad narrativa. El responsable de las ingeniosas soluciones visuales y del lenguaje entre líneas empleado es el realizador judío Ernst Lubitsch, aclamado cineasta que destacara durante la época en el género cómico. Los diálogos punzantes de la cinta, ambientada en lujosos hoteles venecianos, son obra de Samson Raphaelson, quien ya había trabajado junto a Lubitsch y quien para la ocasión se basa en la obra teatral de Aladar Laszlo.
Todo un acierto supone a su vez el casting escogido para el cartel principal. Destaca el actor Herbert Marshall (''La Loba''), habitual secundario que, no obstante, encabeza el elenco protagonista en la cinta. Acertadas también las dos intérpretes que lo acompañan y cierran el complejo triángulo amoroso, las bellas Miriam Hopkins (''Oro, amor y sangre'') y Kay Francis (''Dos mujeres y un amor'').
Comedia romántica producida en 1932 que escapa del humor fácil y destaca por su virtuosa capacidad narrativa. El responsable de las ingeniosas soluciones visuales y del lenguaje entre líneas empleado es el realizador judío Ernst Lubitsch, aclamado cineasta que destacara durante la época en el género cómico. Los diálogos punzantes de la cinta, ambientada en lujosos hoteles venecianos, son obra de Samson Raphaelson, quien ya había trabajado junto a Lubitsch y quien para la ocasión se basa en la obra teatral de Aladar Laszlo.
Todo un acierto supone a su vez el casting escogido para el cartel principal. Destaca el actor Herbert Marshall (''La Loba''), habitual secundario que, no obstante, encabeza el elenco protagonista en la cinta. Acertadas también las dos intérpretes que lo acompañan y cierran el complejo triángulo amoroso, las bellas Miriam Hopkins (''Oro, amor y sangre'') y Kay Francis (''Dos mujeres y un amor'').