Sandra, su esposo Samuel y su hijo viven una vida solitaria en los Alpes franceses. Cuando Samuel es encontrado muerto, la policía se pregunta si se suicidó o fue asesinado. Su muerte es tratada como un presunto homicidio, y Sandra es la principal sospechosa. Poco a poco, el juicio pasa a ser no solo una investigación de su muerte, sino un perturbador viaje psicológico a su conflictiva relación.