Ruben Brandt es un psicoterapeuta que tiene pesadillas muy violentas, todas inspiradas por famosas obras de arte, entre las que pueden pinturas de Van Gogh, Tiziano y Picasso. A sabiendas de esto, algunos de sus pacientes –que resultan ser ladrones reputados– le ofrecen robarse algunas de esas pinturas y regalárselas, con el fin de “calmar” así su pesadumbre una vez que posea dichos cuadros.