Aunque las apariciones de Nuestra Señora en Fátima ocurrieron hace muchos años, su llamado a la conversión y a la oración siempre es relevante.
Nuestra Señora es Madre que nos lleva de la mano para liberarnos de los peligros y guiarnos por el camino correcto hacia su Hijo Jesús que es el Camino, la Verdad y la Vida.