El gigante tecnológico DevHub Industry, de 2070, desarrolló un juego revolucionario de realidad virtual. En él, los jugadores controlaban enormes y adorables monstruos mecánicos para destruir asentamientos informáticos. El juego cautivó a millones de jugadores en todo el planeta, y fue jugado por todos, sin excepción, desde los más pequeños hasta los más grandes.
Tal liderazgo no podía quedar al margen; los competidores unieron fuerzas para denigrar tanto al juego como a sus creadores, pero todos los intentos fueron en vano. Los fans vieron cómo el juego evolucionaba regularmente de parche en parche, y los jugadores consiguieron todo lo que querían. Incluso quienes no compraron los artículos elogiaron el juego con gran satisfacción.
En una de las reuniones de competidores, se decidió hackear los servidores de DevHub Industry para enviar código malicioso. El plan fue implementado por un entusiasta desconocido, involucrando a los hackers más costosos. El día X, todo estaba listo.
El código malicioso, a la velocidad del sonido, se propagó a todos los medios conectados al juego en ese momento. Los desarrolladores de DevHub lograron contener el ataque, pero muchos jugadores resultaron heridos y quedaron atrapados en el juego, pero no entre enormes y adorables monstruos mecánicos, sino entre PNJ comunes atacados por los jugadores.
Todos los que se hayan unido al bando contrario tendrán que contraatacar y proteger su mundo de la destrucción. Ahora, el dulce y despreocupado mundo se ha convertido en una nueva realidad para ellos.