“Príncipe Guardián y Guerrero, defiéndeme y protégeme con tu espada, que ningún mal me suceda. Protégeme contra asaltos, robos, accidentes, Contra cualquier acto de violencia. Deshazte de las personas negativas. Extiende Tu manto y Tu escudo de protección En mi hogar, mis hijos y familia. Mantener mi trabajo, mi negocio y mis bienes. Trae paz y armonía. Que así sea. Amén."