Porque eres Dios... No hay miedo ni ansiedad.
Ni atardecer.. ni noche.. ni crepúsculo.
Porque eres Dios... mi corazón está lleno de esperanza.
Porque eres Dios... mi alma se llena de brillo.
El escritor pudo llevarnos a través de lo que creó.. en un viaje profundo para saber algo sobre algunos de sus nombres.. para que ningún nombre sea menos que otro nombre de majestad, grandeza y altura.
Escogió diez de los nombres de Su Majestad, y fueron:
As-Samad: Un nombre, como podéis ver, de gran prestigio, letras fuertes, significado elevado, pocas flores y recuerdo, con una majestuosidad especial.
Al-Hafiz: Él es quien preservó lo que creó, cuyo conocimiento abarca lo que Él creó, y quien protegió a los guardianes de su caída en pecados y peligros, y fue amable con ellos en sus movimientos y quietud.
Al-Lateef: Amabilidad con Sus siervos, benefactor de Su creación al entregarles beneficios con amabilidad y delicadeza.
Al-Shafi: Uno de Sus nombres, Gloria a Él, por lo que lo alabamos. Lo alabamos por ser llamado por este nombre, y ser descrito como un sanador, y que solo Él es el que sana y sana a los cuerpos de sus siervos.
Al-Wakil: Él es en quien debes confiar excepto en Él, que no debes darle la espalda excepto en Él, y que debes poner tu confianza en Él excepto en Él, y que no debes poner tus esperanzas excepto en Él.
Al-Shukour: Vive con Al-Shukour, contempla las sombras de este gran nombre y borra las arrugas de la vida cansada con los significados de este venerable nombre.
Al-Jabbar: Aquel que fuerza los cuerpos y corazones de Sus siervos, para que vivir en el seno de Dios nos proporcione ungüentos de salud, vendas de felicidad, analgésicos y ansiolíticos.
Al-Hadi: Él, Gloria a Él, te guía, por lo que desvía tu camino del desvío a la guía, y de la tentación al camino correcto.
Al-Ghafoor: El Perdonador, el Indulgente, el único que perdona los pecados. Sin perdón, te quemarás, te devorará la asfixia, sentirás una verdadera asfixia, te volverás adicto al llanto.
El familiar: el más cercano a nosotros desde la vena yugular, el que escucha tus palabras y ve tus acciones, y no se le oculta ningún secreto.
Lo detalló en 192 páginas... en un lenguaje elegante, sencillo, dulce y agradable... donde indicó en su introducción que decía: "Me aseguré de que fuera algo que la persona promedio pudiera entender y que pudiera ser leído por el enfermo en su lecho, el triste en llanto, y el necesitado en medio de su angustia..."
Quien quiera renovar la intención de conocerlo, glorificado y exaltado sea, por medio de Sus Nombres, de los cuales muchos de sus significados y la extensión de su poder e influencia pueden ignorarlo en su vida, entonces debe tener este libro, que lo llevará a un mundo superior, divino, y cambiará mucho en él para mejor, con Su permiso.