Federica Fucci, nacida en Milán, siempre ha tenido un fuerte interés por el mundo holístico, donde el respeto por la persona y las emociones son puntos fundamentales; le apasionan estas prácticas y obtiene reconocimiento profesional.Una profunda reflexión la lleva a decidirse a cambiar de vida; se trasladó a la Toscana donde encontró un ambiente propicio y el equilibrio derivado de la experiencia personal de cambio la llevó a liberar otra de sus pasiones, la escritura