La pasión por la fotografía nació hace muchos años, cuando de niño mis padres me regalaron mi primera cámara, una polaroid. Me gustaba dar vueltas e inmortalizar la vida que me rodeaba, a lo largo del tiempo ha habido muchas cámaras y varios géneros fotográficos, pero siempre he tenido un clavo fijo en mi mente, la fotografía macro. Todo comenzó cuando vi una película de 1989, Cariño, encogí a los niños, donde descubrí que hay un mundo invisible a nuestro alrededor, entonces, ¿por qué no andar buscándolo? No hace falta que te vayas muy lejos, están por todas partes, en un paseo por el bosque, en el jardín de casa, en las plantas tan desairadas que se encuentran al borde de la carretera en las calles fuera de los pueblos y sí, si quieres, incluso dentro de casa. Cada foto es un mundo y una historia y me gusta darla a conocer a todos.