Lo que comes todos los días expresa tu prioridad. ¿Es tu prioridad estar sano, enérgico y feliz? ¿Haz del mundo un lugar mejor? ¿O prefiere no tener que pensar ni planificar, apagar la televisión en casa, quedarse en su zona de confort y ser aceptado y querido por los demás? Esto es lo que tienes que preguntarte. ¿Cuál es tu verdadera prioridad? Decide y vive de ello.
Tu prioridad es tu objetivo. Para recordárselo todos los días y motivarse para perseguirlo, escriba su propio objetivo en un papel y péguelo en su refrigerador, conviértalo en la contraseña de su computadora, configure una alarma en su calendario para recordarle regularmente, publique una cita inspiradora o una imagen en su baño o espejo, lea libros sobre el tema, escuche cintas, vea DVDs y asista a reuniones donde se trate el tema de su meta. Divide tu objetivo en tareas diarias pequeñas y fáciles de hacer. Entonces vete.