Hay guerras capaces de atravesar dimensiones, como si se tratara de una magnitud física no sujeta al tiempo ni al espacio. Después de la fiebre de los matamarcianos, aprendiste la lección como sucede en la vida real, también entre los malos hay algunos buenos. ¡Salva a los alienígenas de buen corazón, devuélvelos a su hogar en la dimensión correcta!