Es imposible experimentar una vida abundante de fe sin un ritmo significativo de oración. Si bien hay varios métodos de oración, la intercesión es una de sus formas más fundamentales. En las oraciones de intercesión, llevamos nuestras peticiones a Dios, pero estamos haciendo más que pedirle a Dios lo que queremos. La intercesión es una oportunidad para pedir y escuchar, para notar cómo Dios está respondiendo a nuestros deseos y para profundizar nuestra relación con el Señor.
Puede encontrar respuestas a algunas de las preguntas más importantes, como ¿Cómo aprendió a orar? ¿Quiénes te enseñaron y qué te enseñaron acerca de la oración? ¿Cuándo has experimentado una respuesta significativa a la oración? ¿Qué es algo tonto por lo que has orado? Cuando las cosas van mal, ¿su primera inclinación es orar? ¿De verdad crees que la oración hace alguna diferencia? En uno de los últimos pasajes de las primeras cartas a la iglesia primitiva, Santiago anima apasionadamente a la iglesia a orar por nosotros mismos y por los demás, especialmente en circunstancias difíciles.
La oración de intercesión, u orar por los demás y sus intenciones, es muy importante. Con tanta gente pidiéndonos intenciones de oración y sabiendo que el Señor quiere que oremos por nuestros hermanos y hermanas, sabemos que la oración de intercesión es poderosa y crucial.
No podemos cumplir la obra de Dios con nuestras propias fuerzas, es imposible. Al pararnos en la brecha y clamar a Dios en oración, le estamos pidiendo que haga lo que solo Él puede hacer. debemos examinar nuestra relación con Él para que podamos ejercer este ministerio crítico. Y aquellos que aceptan el llamado a la intercesión llegan a aprender de una manera más profunda que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con el gozo que vendrá a medida que se desarrollen los propósitos de Dios. Aprenden a confiar en el Señor, porque han experimentado en la oración cuán infinitamente compasivo es Dios. Los intercesores participan en el magnífico plan de Dios para elevar a la humanidad a compartir la vida divina. Esta intuición los mueve a entablar una batalla espiritual contra las fuerzas que buscan destruir los planes de Dios. Así que pídele al Espíritu Santo que te enseñe cómo orar en unión con la mente de Dios.