Juego de destrucción sin fin.
El objetivo es muy simple: aplastar tantos bloques como puedas.
Mueve el dedo en la pantalla para apuntar, suelta el dedo para disparar las bolas.
Intenta encontrar el mejor ángulo que destruya la mayoría de los bloques.
A medida que avanza el juego, se vuelve cada vez más difícil.