Los jugadores se encuentran navegando a través de una arena laberíntica, llena de peligros ocultos y trampas mortales a cada paso. ¿El objetivo? Ser el último en pie en medio del caos.
Cada jugador controla un personaje armado con un arsenal de bombas, cada una con propiedades y efectos únicos. Desde explosivos estándar hasta ingeniosos artilugios, la variedad de bombas añade capas de complejidad al juego.
La ubicación estratégica y el tiempo son primordiales ya que los jugadores despliegan bombas estratégicamente para despejar caminos, atrapar oponentes o incluso desencadenar reacciones en cadena. Pero ten cuidado, ya que cada movimiento conlleva riesgos, y un paso en falso podría llevarte a tu propia desaparición.
A medida que avanza el juego, la arena se reduce, intensificando la tensión y obligando a los jugadores a acercarse más, aumentando el ritmo y la emoción a un punto álgido.